En esta primera entrada queremos transmitir la importancia de la alimentación, evitando hacer mención a la cantidad de proteínas o a la importancia de determinados alimentos, ya que la persona es quien debe decidir y optar por la mejora de los patrones que lleva a cabo en su día a día.
Por ello hoy presentamos en el blog de hoy en el que queremos mostrar un aspecto diferente, de la nutrición humana, un aspecto sociológico y humano que en nuestro afán de mejorar la salud de las personas como profesionales, a veces olvidamos, sin mas preámbulo, espero sea de vuestro interés.
El ser humano mantiene una relación permanente con su medio para conservar su existencia y conseguir el equilibrio. La relación de intercambio por medio de la cual el sujeto consigue las sustancias necesarias para su organismo es la conducta alimentaria, esta conducta no es un simple acto reflejo, por el contrario esta cargada de significado, ya que los estímulos que se generan por esta conducta surgen de situaciones llenas de sentido, cargadas de imágenes, recuerdos, ideas…
Por eso para la adecuada adherencia y un cambio en las costumbres alimentarias es necesario plantear tres variables a tener en cuenta:
Primera: Los alimentos deben ser adecuados desde el punto de vista fisiológico, todo nutriente seleccionado debe por esta primera variable tener calidad higiénica ( no debe suponer riesgo para la salud) y en segundo lugar debe poseer calidad dietética, es decir tiene que existir correspondencia entre la ingesta y las necesidades que la persona necesita para regenerarse.
Segunda variable: el alimento no es un conjunto de nutrientes, ya que presenta unas propiedades como son el sabor, olor, textura… que estimulan los sentidos, por ello es importante la procedencia de los nutrientes.
Tercera variable: las apetencias y sentidos que caracterizan al ser humano como ser social, en este apartado el alimento cobra sentido como símbolo de comunicación.
Por ello vemos que para las personas la alimentación ( entendida como la selección de los alimentos que consume) va mucho mas allá del simple hecho de ingerir alimentos, siendo imposible sustraer los matices sociales que configuran el comportamiento alimentario.
Cualquier plan nutricional independientemente de cual sea su objetivo debe tener en cuenta esto para, lograr no exclusivamente el objetivo calórico, sino, el objetivo de cambio duradero en las personas que es el fin ultimo, para lograr una mejor salud y en definitiva calidad de vida.
Bibliografia
Gracia Arnaiz, L (2003) alimentación y cultura: Hacia un nuevo orden alimentario.
Díaz-Mendez, C.,Gomez Benito, C (2001): Del consumo aliemntario a la sociología de la aliemntación.